Ya me presenté en la entrada anterior, nombré mis gustos, algunos datos sobre mí y organicé un poco los datos más o menos importantes. En teoría todo está en regla, ¿no? Pues no. Este no es mi primer blog, pero sí el primero que empiezo totalmente en serio (o eso intento creer) y con el que tengo claro que las visitas no vendrán de hoy a mañana ni por arte de magia. Es cuestión de ponerse.
¿De dónde me voy a sacar el tiempo? Me pregunto, una y otra vez. Me encuentro revisando una novela, inmersa en un curso estudiantil que se me presenta como un reto más bien notable y mi fiera, la podenca, necesita de mi atención (y a mí me gusta dársela, qué diantre).
Para responder, me remitiré al refranero popular: "Sarna con gusto no pica." O lo que es lo mismo, tiempo siempre hay. No necesito más de veinte minutos para escribir una entrada y, aunque no prometeré escribir una entrada una o dos veces por semana (más que nada porque odio trabajar con tiempos límite) pero esa es la idea. Y si me caigo de la ola, volveré a subir.
Como dijo el maestro Yoda:
"Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes."
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